Una buena "peli"de pistoleros.

Desde chiquitillo siempre fui un gran admirador del denominado "espaguetti western".Me encantaban este tipo de películas,que al igual que las del mítico Bruce Lee ("be water"),marcaron mi adolescencia.Recuerdo que despues de ver una de aquellas películas salíamos mis amigos y yo a la calle y nos llevabamos toda la tarde jugando a los pistoleros,no necesitabamos nada más.Cuanto ha cambiado la vida desde entonces.
Para mi opinion,había dos "pistoleros" que estaban por encima del resto,uno era el inigualable John Waine que cuando aparecía en una película su presencia hacia oscurecer a los demás actores,y el otro es Clint Easwood que ha sido el que mejor a encarnado a un pistolero.
Estas películas no tenían unos argumentos muy profundos (excepto algunas) y casi todas estaban cortadas por el mismo patrón.Había unas cuantas directrices que eran repetidas en todas y cada unas de las películas.Por ejemplo:
-El protagonista era un pistolero que tenía un pasado tormentoso y que solía hablar bastante menos de lo que disparaba.
-El "malo" no era capaz de ir sólo nunca,siempre iba o bien con sus secuaces o tenía comprado al sheriff y al juez o todas las cosas a la vez.
-El dueño de la cantina siempre era calvo,vestia de blanco y tenía una escopeta recortada de dos cañones debajo de la barra,pero que cuando la sacaba era el primero en morir.
-El bueno siempre se enamoraba de la que trabajaba en la cantina,que era rubia y de dudosa reputación.Siempre le traía problemas.
-Normalmente el malo tenía un hermano que siempre se metía en problemas y este lo tenía que salvar.
-En el bar siempre había una partida de poker en la que siempre mataban al que intentaba hacer trampas,siempre lo cogían haciendo trampas.
-Con el sheriff siempre trabajaba un carcelario que era viejo y no salía de la carcel ni para dar un recado.
-La gente del pueblo era siempre la más cobarde que te podías echar a la cara pero después de una palabras del "prota" se armaba de valor y parecían kamikazes japoneses.
-En medio de la pelea siempre aparecía una niña pequeña intentando salvar a su mascota (normalmente un perrito) que ponía unas notas de tensión en la escena.
-El dueño de las pompas funebres o era chino o era alto canijo y calvo (como Monty Burns en los Simson)
-Al final siempre moría el malo y el prota se iba con la chica a montar un rancho lejos de allí.

Hay muchas más cosas que se repiten en estas pelis.Os invito a que me las escribais en los comentarios,pero una de las mejores era que nunca o casi nunca había una secuela o segunda parte de un mismo film.