Primero queremos darle
gracias a Dios por habernos dado el
privilegio de formar parte de tu familia, pues no pudo escoger a nadie mejor
que nos enseñara lo que significa ser una buena persona.
Los sentimientos que tenemos en
estos momentos, no son una prueba del cariño que todos sentimos hacia a ti, sino un ejemplo del amor
que tú nos has dado a nosotros durante
todos estos años.
Bondad, amor, cariño,
amistad, simpatía son palabras a las que le has dado sentido dentro de nuestras
vidas, ha sido mucho más fácil pasar por
los momentos duros cuando se tiene a una persona como tú a nuestro lado.
No sólo formarás parte
de nuestro pasado, ya que a partir de ahora un nuevo ángel siempre estará
en nuestro presente y velará por nuestro
futuro.
Por muchas palabras que
escribamos, nada nos va a dar más
satisfacción que pensar que estás de nuevo paseando del brazo de tu querido
Juan, un amor que vais a poder ofreceros a lo largo de toda la eternidad.
Estoy seguro de que nos
encontraremos de nuevo algún día, y en ese momento miraré tus profundos ojos azules y te volveré a
preguntar, ¿cómo estás Abuela?